Conoce las ventajas de pagar con tarjeta de crédito, los mejores momentos para hacerlo y aprovecha para organizar tus finanzas.
A menudo hablamos de los riesgos del uso incontrolado de las tarjetas de crédito, de los altísimos tipos de interés y de la bola de nieve que todo esto puede convertirse. Pero, ¿sabes cuándo es buena idea utilizar la tarjeta para beneficiar tus finanzas? ¿Conoces todas las ventajas que te ofrece este método de pago?
Aquí te enseñaremos cómo y cuándo usarlo y verás: ¡la factura se cerrará!
¿Vamos?
Organizar pagos
Puede parecer controvertido, pero organizar pagos con tarjeta de crédito puede ser más fácil que usar efectivo o la función de débito. Esto se debe a que, durante todo el mes, podrás consultar el avance de tu factura cada día y pisar el freno si ves que vas a gastar de más.
Si eres parte del equipo que prefiere utilizar hojas de cálculo para tu presupuesto mensual, el hecho de que la factura se pague en un solo día permite consultar todos los gastos y ponerlos bajo tu control de una vez, por lo que ya puedes eliminar el cantidad que había planeado gastar en ese período.
Aliento para tu bolsillo
Comprar sin tener la cantidad exacta de dinero a mano (o en tu cuenta) es otra gran ventaja. La tarjeta de crédito te ayuda a ganar un respiro, de aproximadamente 30 días, hasta la fecha de pago.
No te recomendamos que te comprometas económicamente con algo que luego no podrás afrontar, pero quién sabe, ¿quizás esa sea la cantidad de tiempo necesaria para conseguir tu próximo salario o recibir esa comisión tan esperada?
¿En efectivo o en cuotas?
Necesitas comprar algo a un precio muy superior a lo que puedes gastar en un solo mes. Este es otro momento en el que la tarjeta de crédito se convierte en tu aliada: repartir el importe en cuotas puede ser de gran ayuda en casos como este.
Para que estés aún más feliz y seguro con el pago de tus cuotas, hemos reunido 3 sencillos consejos:
– Siempre que cierres una compra a plazos, revisa que no se estén cobrando intereses en esta opción de pago. Para garantizar esto, verifique si el precio de compra final coincide con el valor en efectivo;
– Para no tener la sensación de que estás pagando por algo que ya no usas, evita un gran número de cuotas: a nadie le gusta pagar un curso o un viaje mucho tiempo después, ¿verdad? Nuestra recomendación es por adelantado, por lo que para la fecha de inicio probablemente ya lo habrás pagado o estarás muy cerca de hacerlo.
– Recuerda que las cuotas también consumen el límite de tu tarjeta. Puede que lo necesites en el futuro y excederlo no es buena idea, como te hablamos aquí. (enlace a lo que pago en la factura)
Seguridad
¿Imaginas tener que ir de compras con una determinada cantidad de efectivo en la billetera, tomando el metro o el autobús? En estos momentos llevar tu tarjeta puede ser una gran ventaja para mantenerte seguro y evitar dolores de cabeza como robos o hurtos.
También debes estar pensando en los temas que rodean la seguridad al utilizar la tarjeta, especialmente en compras virtuales, por eso te recomendamos leer nuestro post completo sobre seguridad y prevención de fraude.
Recuerda que para que todo salga bien y evites deudas relacionadas con tu tarjeta, conviene tomar las siguientes precauciones:
→ No tener varias tarjetas de crédito, esto puede convertirse en una trampa a la hora de organizar y conocer las fechas de cada una;
→ Siempre que sea posible, evite optar por pagar sus facturas a plazos, recuerde las tasas de interés más altas del mercado y reconsidere sus opciones;
→ Conozca sus gastos e ingresos actuales para determinar un monto máximo a gastar en la tarjeta cada mes.
¿Viste eso?
¡Es posible tener una relación más ligera con tus finanzas y también con tu tarjeta de crédito! Cuéntanos si alguna vez has pensado en utilizar la tarjeta en alguna de estas situaciones y cómo te ha salvado.
Si quieres saber más sobre este y otros temas, visita Descomplica Finanzas